Si las cosas se tuercen, la vida
si el dolor es una intransigencia
y todo es peldaño calle arriba
un abrir y cerrar las agendas
el disoluto caos que entiendo
aunque graznen y pien los gallos
y las veletas sin paz ni viento
señalen a la luz de mi cuarto
es que las gentes andan locas
como un perdido en su isla
con las voces de las rocas
y frecuentemente un suicida
la cuchara de un neón
¡hermanos, somos la tierra!
dentro de esta habitación
justo detrás de la puerta
habita un loco consabido
un sin tuercas solitario
cruel estancia del aflijido
sus palabras sin diccionario
rodeado de libros y caramelos
de pan, de agua, de miedo
a no sentirlo ni poder tenerlo
no es un trato ventajoso
o abrí la ventana sin querer
y de niño a viejo achacoso
porque hoy ya es ayer
aunque mañana sea hoy
y las grietas del mar sereno
sepan bien donde voy
cada vez que escribo -muero-
ciudad fea, empequeñecida
malas calles del poeta
sin olas embravecidas
ni tener el alma abierta
ojos rojos, gimoteantes
colgadores de balcones
eslabón de nata y sangre
cada vez que se expone
y la palabra va muriendo
con las playas de ausencia
y en la ausencia de versos
todo entonces es ausencia
como la lluvia sin riego
que caza de improvisto
las vacuas islas del silencio.

..l. gómez..