a Alfredo

Las minas no ven panes como soles, son un tricoteo
de madre parturienta, una bondad que Dios concede
si el día es excesivamente nítido la oscuridad brilla
como si fuera la misma negrura del sexo descuidado
la negra panza de la araña que se esconde y sonríe
minero soberano sin luz del día, patria de valientes
minero de vida
                         minero
                                     minero de muerte
manos ciegas bajo la atenta brillantez del candíl
ni las moscas se acercan a su enorme incoherencia
a la desbrozada espesura de su boca de sangre
al canto que dicen tener ni a la húmeda tentación
la espumosa sobriedad en las voces del capataz
como una bendición que desea ser oida por todos
          los que caminan bajo la sombra de la piedra
la trabajosa melancolía sobreviviendo al minuto
son, en cierta manera, el amor profundo de la tierra
una prostituta viuda más limpia que cualquier mujer
los ojos alicaidos, párpados cansados, la creciente
barriga ahondándose con indiferencia en sus tesoros
minero soberano sin luz del día, patria de valientes
minero de vida
                         minero
                                     minero de muerte.
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..l. gómez..